NeuroPolítica: 7 claves para un fracaso político seguro

El mundo está lleno de aspirantes al liderazgo político, pero también de fracasos. ¿Qué nos dice la NeuroPolítica sobre los errores que llevan al fracaso?

Comenzando por lo más cercano

Siempre se piensa en el líderazgo político como aquel que logra persuadir y conseguir la adhesión de los ciudadanos y votantes. Sin embargo ¿Puede lograr esto sin primero saber gestionar exitosamente su entorno más cercano?

Todo liderazgo político comienza por saber gestionar las relaciones con los colaboradores más cercanos y equipo de trabajo.

Muchos aspirantes a líderes tropiezan con frecuencia porque no reconocen las barreras que están creando a través de la falta de atención al detalle dentro de sus equipos de trabajo y colaboradores. Sin embargo, con un poco de auto-conciencia pueden evitarse los errores y conseguir un mejor enfoque.

Sin duda los errores que se cometen frente a colaboradores y equipos de trabajo pueden ser muchos, pero la neuropolítica nos indica que estos 7 son los más frecuentes y probablemente los que más daño pueden causar para poder desarrollar un liderazgo efectivo, e incluso pueden llevar al fracaso.

Los 7 grandes errores

1. Arrogancia

La arrogancia muestra que un líder no tiene respeto por su equipo y puede impactar a los individuos de muchas maneras negativas, pero no sólo a éstos, sino también a los ciudadadanos y electores. Por lo tanto, es muy importante entender y aprender a equilibrar la auto-confianza.

El Neuroliderazgo nos dice que la auto-confianza es una cualidad importante, tener demasiada ya es considerado como arrogancia. El líder usará su auto-confianza para influir en los demás y para comunicar la intención y las ideas. Esta información debe ser entregada de una manera inspirada que aliente y motive a otros.

La auto-confianza es necesaria para una buena comunicación, sin embargo, tiene una tendencia a crecer si no se gestiona adecuadamente, y cuando esto sucede la arrogancia toma el relevo y comienza a causar problemas.

¿Mantienes el equilibrio entre auto-confianza y arrogancia?

2. Falta de confianza

Sin confianza, es muy difícil para un líder influir en los demás. Un líder necesita impartir conocimiento, información e ideas de una manera que demuestre honestidad e integridad. Si los demás no confían en el líder, se volverán resistentes a lo que éste sugiera o requiera.

Por lo tanto, para motivar e inspirar a otros, un líder tiene primero que transmitir confianza. Esto se logra siendo honesto e íntegro en todo momento, sin fisuras y en cualquier situación.

Para el liderazgo se necesita actuar de manera consistente. El líder pierde su credibilidad muy rápidamente cuando la gente espera algo de él y los decepciona. Es por eso que no debe hacer promesas que no pueda o no quiera mantener. 

Construir confianza en el liderazgo lleva tiempo. ¡Pero puede perderse en cuestión de segundos!

3. Desorganización

Un equipo buscará en su líder un ejemplo de cómo deben hacerse las cosas. Si un líder trabaja constantemente a un ritmo frenético pero se hace poco, o pide información muchas veces pero no logra mover a la acción, crea un ambiente desorganizado que detiene el flujo del desarrollo. Esta forma desorganizada de trabajo también desencadena el estrés y la frustración impactando en todos los miembros de un equipo.

Un líder debe ser capaz de organizarse para alentar a otros a seguir el ejemplo. Al organizarse, un líder puede también demostrar muchas otras  habilidades y capacidad de gestión.

¿Llevas una agenda y una planificación adecuada, o te gana el caos?

4. Negatividad

Un líder negativo, con una mentalidad de «copa medio vacía», no motiva a su gente. Ser positivo sobre el trabajo, la información o las ideas que un líder ofrece es importante porque el estado de ánimo general y el sentimiento repercute en la motivación y la inspiración.

Una persona positiva puede llevar a un equipo de personas a hacer todo lo que tiene que hacerse de una manera segura y fomenta la comunicación y el desarrollo. Un líder negativo, por el contrario, lucha continuamente por influir en un equipo desmotivado para poder seguir adelante.

¿Tu actitud es siempre positiva frente a cualquier desafío?

5. Testarudez

Aunque un líder generalmente tendrá la decisión final sobre la mayoría de los asuntos, ser demasiado terco en la toma de decisiones no fomenta una buena relación con los demás.

Un líder debe ser capaz de encontrar un equilibrio entre la escucha y la entrega de información, y también debe ser capaz de equilibrar su propia perspectiva con la de otras personas.

Un líder que crea que él sabe todo y se niegue a escuchar otros puntos de vista u opiniones encontrará que el apoyo de los demás pronto se pierde.

6. No escuchar

Muchos malentendidos en los intercambios diarios se pueden prevenir, si sólo el líder se toman el tiempo para simplemente prestar atención.

¿Por qué a muchos les resulta tan difícil escuchar activamente?

La mayoría de los líderes quieren ser percibidos como actores activos. A menudo, la actividad parece darle una supuesta sensación de estar en control. En cambio, la escucha pareciera pasividad. Probablemente sea por esto que muchos líderes se concentran más en hablar que en escuchar. Después de todo, el «jefe» tiene la última palabra.

¡Las personas que no escuchan y prestan atención son más propensas a tomar las decisiones equivocadas!

Desafortunadamente, muchas personas sólo escuchan brevemente y forman su propia opinión demasiado pronto. El término técnico para esto es «evaluación prematura». Muchos líderes tienen el problema de hacer evaluaciones prematuras. 

Cuándo los líderes están concentrados en sus propias ideas para resolver problemas, y ni siquiera se toman el tiempo para comprender realmente el problema y el punto de vista de los demás, los malentendidos y las decisiones equivocadas son inevitables.

¿Practicas la escucha activa?

7. Sólo confiar en números, datos y hechos

El líder tiene que llegar al fondo de las cosas. Pero solo puedes hacerlo si entiende las emociones y motivaciones subyacentes de la gente, y para hacer esto debe hacer preguntas y escuchar, ¡pero tiene que hacerlo bien!

Es importante que el líder comprenda las emociones y motivaciones de su gente. ¿Por qué el colaborador se comporta exactamente así? ¿Cómo ve el asunto? ¿Cuál es su visión de la realidad?

El líder debe evitar extraer conclusiones prematuras. Cuando transmite respeto gana confianza. De esta manera puede reunir información valiosa, evaluar mejor la situación y así evitar malentendidos.

¿Desarrollas y aplicas tu inteligencia emocional?

Esperamos que este artículo te haya resultado interesante y útil.

Seguramente tendrás ideas y sugerencias que aportar sobre este tema ¡Danos tu opinión!

Ya sabes que errores no cometer para evitar el fracaso, según la Neuropolítica. Para aprender más puedes seguir este link: Máster en Neuroliderazgo y Comunicación Política.