
El Neuroliderazgo ayuda a mejorar la Gestión de la Salud
Neuroliderazgo
El neuroliderazgo es una disciplina emergente que combina los hallazgos psicológicos y neurocientíficos con la investigación organizacional. De esta manera puede informar sobre cómo realizar una mejor gestión de salud con neuroliderazgo.
Sus objetivos principales son identificar los mecanismos cognitivos y neurobiológicos subyacentes a las complejas interacciones sociales. Las que dan color a la vida en el lugar de trabajo y descubrir estrategias de gestión que aprovechen estos mecanismos.
Los objetivos finales incluyen:
- Identificar líderes efectivos
- Diseñar estrategias exitosas para el cambio organizacional
- Optimizar los entornos de trabajo
- Desarrollar mejores prácticas de coaching.
¿Cómo puede ayudar el neuroliderazgo en gestión de la salud?
Muchos de estos objetivos generales del neuroliderazgo son directamente relevantes para la prestación de servicios de salud. Veamos dos de los campos más interesantes en los que se podría aplicar el neuroliderazgo en gestión de la salud.
1.Clima social en el lugar de trabajo
El clima social en el lugar de trabajo se ha relacionado con la calidad del servicio. También con las decisiones de tratamiento, la adopción de nuevas terapias basadas en la evidencia y los resultados de salud individuales (Glisson y Williams).
El entorno laboral también puede ser la base del estrés y el agotamiento. Éste es particularmente alto entre los profesionales de la salud que enfrentan altos niveles de desafíos cognitivos, emocionales y éticos a diario (Verbeek, Mariné y Sierra).
Una mejor comprensión de cómo la neurociencia sustenta la interacción social podría ayudarnos a diseñar entornos de trabajo más efectivos y menos estresantes, y mejorar la prestación de atención médica.
2.Sesgos en el comportamiento
El neuroliderazgo también investiga cómo los sesgos inconscientes influyen en el comportamiento. Particularmente en situaciones cognitivamente exigentes.
Por lo tanto podría abordar las inconsistencias e inequidades en las interacciones. Las que pueden ser entre el paciente y el proveedor del servicio, el diagnóstico, las decisiones de tratamiento y los resultados de salud individuales.
La gestión de la salud se beneficiará mucho de las respuestas que promete el neuroliderazgo. Siempre que, por supuesto, las preguntas se exploren de una manera científicamente sólida.
Camino por recorrer
El neuroliderazgo en gestión de la salud se muestra prometedor en el avance de la investigación relevante para las prácticas de atención médica.
Sin embargo, a pesar de los avances recientes dentro de la neurociencia para abordar las preocupaciones metodológicas, el neuroliderazgo en gestión de la salud se ha basado en gran medida en inferencias optimistas de estudios anteriores que pueden no ser del todo reproducibles.
Los investigadores están comenzando a combinar estas técnicas de formas innovadoras para eludir sus limitaciones y probar las interacciones sociales. A pesar de su interesante aporte, aún son estudios que se basan en definiciones operativas variables y tareas relativamente simples.
Si bien estas ideas son útiles sobre facetas específicas del liderazgo, no conviene exagerar su alcance. Aún el camino por recorrer es largo pero muy desafiante y promisorio.
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