
Neurocinema, ¿qué ocurre en tu cerebro cuando ves películas?
Como bien sabemos, el estudio de la neurociencia está cada vez más extendido a distintos ámbitos de nuestra vida. La pegunta es:¿se puede saber incluso qué está ocurriendo en nuestro cerebro cuando vemos una película? La respuesta es: sí.
Qué es Neurocinema
Estudios neurocientíficos pueden ser aplicados al cine, dando lugar a lo que se ha dado en llamar neurocinema o neurocinemática. El objetivo es lograr entender qué pasa por nuestra cabeza cuando estamos visualizando una película. Estas técnicas están siendo cada vez más utilizadas por los grandes directores para guiarse a la hora de seleccionar ciertas escenas o incluso para prever el éxito que tendrá su próxima película.
Esta área de la neurociencia se centra en analizar que partes del cerebro se estimulan durante la visualización de las escenas de una película. Esto es posible gracias a los avances de la tecnología y de las medidas científicas que tenemos a nuestra disposición. Estas medidas biométricas nos permiten determinar qué áreas se ponen en funcionamiento en nuestro cerebro ante determinados estímulos.
Pero lo más importante, descubre los procesos afectivos, cognitivos y sensoriales mediante el análisis de reacciones neuronales y fisiológicas. Para ello se centras, principalmente, en la atención, la retención de la memoria y el compromiso emocional.
Cómo están usando la neurociencia
La industria cinematográfica se sirve del neurocinema apoyándose en las pruebas realizadas mediante Resonancia Magnética Funcional (fMRI) como principal herramienta. Al parecer ésta es la más utilizada por los directores y productores de cine para lograr detectar las áreas de nuestro cerebro en las que se produce una mayor actividad, mientras se somete a la visión de su película cinematográfica.
Con esta herramienta, se obtiene información mediante una imagen que puede mostrarnos la actividad provocada especialmente en la amígdala cerebral, responsable de las reacciones emocionales.
Por otro lado, también utilizan diversas técnicas populares dentro del Neuromarketing como, por ejemplo: la Electroencefalografía (EEG), eye-tracking, conductancia eléctrica de la piel y Magnetoencefalografía.
Por supuesto, puede que estas técnicas no estén al alcance de la totalidad de productoras y directores de cine, pero sí las utilizan las grandes producciones cinematográficas. El objetivo es crear una película que genere un impacto real ante el espectador y asegurarse de alguna manera el éxito real en su estreno, ¿y qué mejor manera que teniendo un respaldo científico?
Esto es debido a que, en vez de confiar en las opiniones o consejos que pudiera darles la gente, tienen acceso directo a lo que realmente está sucediendo en su cerebro.
Con ello, son capaces de crear una película basándose en las escenas que hayan generado mayor impacto según estas pruebas, manteniendo así al espectador en un constante torrente de emociones.
También les permite, eliminar o descartar aquellas escenas que no sean relevantes argumentalmente y que hayan comprobado que no provocan ningún tipo de reacción emocional interesante.
¿El fin de la creatividad?
Como podemos ver, el objetivo único de todas estas pruebas y procedimientos del neurocinema es el de alcanzar el éxito y evitar un fracaso cinematográfico. Pero por otro lado, esto también nos plantea una nueva cuestión, ¿qué pasaría si la totalidad de producciones cinematográficas utilizaran estos procedimientos?
Quizá podría considerarse como un fin de la creatividad y la expresión artística, así como de la manera de ver el mundo del propio director. Esto podría ser así, puesto que el objetivo ya no sería la expresión creativa en forma de arte cinematográfico sino, una nueva manera de obtener éxito, fama y dinero asegurado.
Sin embargo, en el equilibrio siempre está la clave. Como sabemos, las herramientas que nos proporciona la neurociencia, sobre todo orientadas al Neuromarketing , son una ayuda o apoyo que nos guían hacia prácticas más eficaces. Pero esto no significa que tengamos que basarnos únicamente en la información recopilada, tan solo tendremos que adaptar este nuevo avance a nuestra propia esencia.
Por Irene Tamayo Vives – Alumna del Máster en Neuromarketing ESCO E-Universitas
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Excelente articulo, en lo personal me cuestiono bastante con la comunicación audiovisual, (color de vestuario, escenografía, sound tracks,, musicalización, lenguaje, etc). dado que inciden en el espectador directa aunque inconscientemente. ahora, analizar ese mismo comportamiento y los estímulos que puedan generar en nuestro cerebro ciertas ensenas de seguro darán la pauta para mejorar la producción audiovisual especialmente en los países de habla hispana.