Messi, como deportista de élite, ¿tendrá un cerebro diferente?

Messi, como deportista de élite, ¿tendrá un cerebro diferente?

Eventos como el reciente Campeonato Mundial de Fútbol elevan el perfil público de los deportes competitivos. También nos deja la pregunta: ¿es diferente el cerebro del deportista destacado en estos eventos, como Messi, del de aquellos de nosotros que simplemente somos espectadores? 

Todos los días navegamos por entornos complejos que requieren el procesamiento de información multisensorial, desde pasear a un perro por la calle hasta una ruta de senderismo irregular. Nuestro sistema nervioso guía todos nuestros movimientos, actuando como el centro de control para la interpretación de todas las oportunidades disponibles y la retroalimentación que proporciona un entorno. Con base en esta información, el cerebro determina qué acciones producir para tener éxito. 

Durante una competencia deportiva, se requiere que un atleta procese información aún más compleja en un campo de juego en constante evolución para luego tomar decisiones rápidas y precisas y ejecutar acciones con éxito. No solo eso, sino que deben ignorar la información irrelevante para evitar distracciones

Estamos acostumbrados a pensar en los mejores atletas como físicamente distintos del resto de nosotros. Pero, ¿y si estas diferencias físicas se extendieran a sus cerebros? Está demostrado que el entrenamiento cerebral puede ayudar a los atletas a desempeñarse mejor, pero estudios recientes también sugieren que la capacidad atlética está relacionada con la estructura del cerebro, no solo con la función.

Aquí te dejamos los aspectos clave del cerebro del deportista, como Messi, y atletas de alta performance que la Neurociencia a descubierto.

Claves del cerebro del deportista de élite

Práctica

La práctica cambia la anatomía del cerebro, pero también ayuda a que diferentes regiones del cerebro se comuniquen entre sí. Algunas neuronas fortalecen sus conexiones con otras neuronas y debilitan sus conexiones con otras. Al principio, las neuronas en la parte frontal del cerebro (la corteza prefrontal) están activas. Esa región es vital para para concentrarnos en una tarea y considerar una variedad de respuestas. Con la práctica, la corteza prefrontal se aquieta. Nuestras predicciones se vuelven más rápidas y precisas, por lo que no necesitamos una supervisión tan cuidadosa sobre cómo responder.

Materia blanca del cerebro

Un estudio realizado por un equipo de neurocientíficos del Imperial College London utilizó imágenes cerebrales para examinar las diferencias neuronales entre deportistas experimentados y novatos. Descubrieron que los grupos tenían diferencias significativas en la estructura de su materia blanca (que conecta la materia gris y transporta los impulsos nerviosos) en el cerebelo y otras áreas del cerebro que controlan los movimientos. A mayor experiencia y habilidades, más materia blanca.

Control del objetivo

Los actos motores de los atletas son muy precisos, pero no se limitan a patrones cinemáticos estereotípicos; es el resultado relevante para el objetivo el que se controla con precisión.

Aprendizaje

Hasta el momento no hay una resouesta definitiva de cómo se logra el aprendizaje en el cerebro de un deportista. Esto es debido a que las habilidades deportivas son muy complejas y requieren años de práctica. Las recompensas muy diferidas en el tiempo, como es el caso de los deportistas que se van preparando para una competición, representa un desafío para las teorías actuales del aprendizaje por refuerzo (motivación-aprendizaje).

Cambios estructurales y uso más eficiente de todo el cerebro

El rendimiento de los atletas expertos parece automático y, a menudo, funciona mejor en ausencia de un control consciente. El desarrollo de la habilidad perceptiva y motora se correlaciona con cambios estructurales en las cortezas motoras y sensoriales primarias, mientras que las imágenes funcionales sugieren un uso más eficiente y enfocado de los recursos neuronales en todo el cerebro.

Predicción

Los atletas predicen cómo se desarrollarán los eventos en función de los movimientos de sus oponentes y usan estas predicciones para aumentar la velocidad y precisión de sus decisiones. La capacidad de hacer tales predicciones es consistente con la idea de un modelo informático avanzado que predice las consecuencias de las acciones de un oponente.

Elección ganadora

La impresionante habilidad de los atletas para tomar buenas decisiones con una rapidez increíble, presionados por el tiempo, es compatible con los modelos que sugieren que múltiples actos motrices posibles se producen en paralelo en las regiones sensoriomotoras de la corteza cerebral, para finalmente, gracias a conexiones inhibidoras, producir una única elección de motricidad ganadora.

Genética

Los buenos genes pueden explicar algunas de las diferencias en la capacidad, pero incluso el prodigio mejor dotado genéticamente claramente necesita práctica, mucha, para desarrollar el cerebro de un atleta. Tan pronto como alguien comienza a practicar un nuevo deporte, su cerebro comienza a cambiar y los cambios continúan durante años. Los científicos de la Universidad de Ratisbona en Alemania documentaron el proceso escaneando a las personas mientras aprendían a hacer malabarismos. Después de una semana, los malabaristas ya estaban desarrollando materia gris adicional en algunas áreas del cerebro. Además, sus cerebros continuaron cambiando durante meses.

En los últimos años, los neurocientíficos han comenzado a catalogar algunas diferencias fascinantes entre el cerebro promedio y el cerebro de los grandes atletas. Al comprender lo que sucede en los cerebros atléticos, los investigadores esperan entender más sobre el funcionamiento de todos los cerebros, tanto los de las leyendas del deporte como los que llevan una vida solo como espectadores.

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