La Empresa, ¿en qué se parece a un Cerebro?

La Empresa, ¿en qué se parece a un Cerebro?

Una empresa tiene mucho en común con el cerebro humano. Basta solo pensar en diferentes áreas y funciones interconectadas por redes de información con el objetivo de lograr que todo funcione correctamente y se alcancen determinadas metas.

¿No estaríamos definiendo igualmente tanto al cerebro como a una organización?

Veamos que hay detrás de la metáfora para comprender porqué decimos que hay una relación entre empresa y cerebro.

Corteza Prefrontal

En el cerebro

La corteza prefrontal del cerebro es el asiento de la planificación, toma de decisiones y el juicio crítico. No obstante, para estas funciones también trabaja el sistema límbico, implicado en las emociones. Las decisiones acertadas requieren necesariamente de la concurrencia de ambas áreas, como ya demostró el neurocientífico Antonio Damasio.

En la empresa

La corteza prefrontal sería la dirección de la empresa. Una dirección sana y exitosa es consecuencia del diálogo, y finalmente el equilibrio, entre la razón y el corazón.

Mielinización

En el cerebro

La mielina es un recubrimiento graso que aísla los axones de las neuronas. Los axones son los ‘cables’ que conectan las neuronas con otras neuronas a través de las sinapsis. Esta funda esencial fortalece y protege las conexiones neuronales, acelerando la comunicación a lo largo de diferentes vías en el cerebro.

En la empresa

La claridad de los objetivos, la visión, la misión y el propósito, todos actúan como «factores mielinizantes». Son las vías de comunicación eficientes que se ejecutan en una empresa para ayudar a mantener la toma de decisiones de la organización en el camino correcto. Una organización bien «mielinizada» es aquella que puede permanecer en su mensaje central, manteniendo el foco y evitando distracciones.

Conexiones sinápticas

En el cerebro

La sinapsis es la conexión entre las neuronas, a través de la que se transmiten los mensajes electroquímicos. Fortalecer las conexiones entre las neuronas existentes se logra a través de la repetición de los comportamientos deseados.

En la empresa

La calidad de sus relaciones es crítica. Esto está respaldado por los procedimientos, controles y equilibrios que mantienen el negocio funcionando sin problemas, incluido el estilo de gestión, la política de recursos humanos y la cadena de mando de la organización. 

Cuando esto se hace bien, la recompensa es una buena relación entre los equipos, y entre el negocio y las partes interesadas clave, así como los clientes, donde la comunicación fluye en ambos sentidos en toda la organización. 

Las organizaciones saludables fomentan la retroalimentación ascendente, así como la gestión descendente, al igual que las vías cerebrales mueven la información en ambas direcciones. 

Neuroplasticidad

En el cerebro

En el cerebro, la neuroplasticidad es el crecimiento de las neuronas embrionarias o nuevas conexiones neuronales para fortalecer las vías existentes y construir nuevas vías de información y conocimiento.

En la empresa

La innovación en todas sus formas. Es más probable que la innovación prospere en un entorno donde se asume la toma de riesgos, incluso si conduce al fracaso. Se deben aprender los errores y se debe celebrar el deseo de mejorar e innovar. 

Donde se arraiga una cultura de la culpa, entra en juego la falta de pensamiento, donde los miembros del equipo solo ven lo que podría salir mal y pueden perder oportunidades o ideas interesantes por un deseo subconsciente de solo mantenerse a salvo.

Epigenética

En el cerebro

La epigenética describe la influencia del medio ambiente en la expresión de sus genes, y el impacto de esto en una variedad de comportamientos y medidas de bienestar mental y físico.

En la empresa

De la misma manera, la empresa está expuesta a factores del medio que pueden condicionar en cierto modo su accionar. Una empresa con «buenos genes» reaccionará a estos impactos de manera positiva, sean del signo que sean, sacando lo mejor de sí.

Oxitocina

En el cerebro

La oxitocina es una hormona y neurotransmisor producido en nuestro cerebro, concretamente en el hipotálamo. En su papel como neurotransmisor, está implicada en comportamientos relacionados con la confianza, el altruismo, la generosidad, la formación de vínculos, los comportamientos de cuidado, la empatía o la compasión.

En la empresa

La confianza, la cooperación, el trabajo en equipo, generan la oxitocina que necesita la empresa. Fomentar una cultura con estos valores genera un circulo virtuoso que mantiene sana y próspera a la organización.

Serotonina

En el cerebro

La serotonina es un neurotransmisor entre cuyas acciones está la incidencia en el estado de ánimo. Es conocida como la «hormona de la felicidad». Activa el «circuito de recompensa» del cerebro proporcionando placer.

En la empresa

La empresa necesita una buena dosis de serotonina. Es decir, un ambiente agradable de trabajo en el que, entre otras cosas, se reconozcan los logros.

Cuando alguien es reconocido en su justa medida, se activará su circuito de recompensa, causándole un placer que hará que esa persona vuelva a intentar ganar más reconocimientos.

Esto se traduce en mejor ambiente de trabajo y más productividad.

Hay aún más similitudes entre la empresa y el cerebro. En próximos post te lo iremos contando.

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1 comentario

  • La analogía entre el cerebro y la empresa puede ser muy útil al tratar de explicar las interdependencias que existen tanto a nivel del sistema nervioso como en la más compleja de las organizaciones.
    Hoy en día la estructura de las organizaciones es cada vez más compleja: múltiples proyectos interdisciplinarios, organigramas en forma de matriz y una complejidad enorme de funciones.
    Si la comparamos con el sistema nervioso, con su unidad independiente de señalización, la neurona, vemos que las neuronas se agrupan por funciones y se conectan a través de circuitos neuronales. Por medio de los neurotransmisores la neurona emisora incita o bien inhiben la acción de la neurona receptora.
    En la empresa es igual: cada persona tiene una serie de tareas y responsabilidades específicas. Las personas se agrupan en áreas funcionales, con un objetivo claro y determinado. Las áreas están interconectadas, y se convierten en proveedores o clientes internos. La calidad de la información que transmiten a otras áreas, determina si se produce o no una acción productiva en el área receptora.
    En el sistema nervioso, nuestros procesos mentales requieren de una coordinación extraordinaria entre las diferentes estructuras que lo constituyen, aún para realizar las tareas que a simple vista parecen muy simples. Miles de conexiones y procesos ocurren en cuestión de milisegundos para garantizar nuestra supervivencia y adaptación al medio ambiente.
    La empresa no es diferente: si nos ponemos a pensar en la infinidad de procesos y la coordinación que se requiere para por ejemplo fabricar algo tan simple como un lápiz. Desde el silvicultor en los bosques de Finlandia, hasta la empresa de logística que lleva el lápiz desde una fábrica en Alemania hasta la papelería de la esquina en la ciudad de México. El progreso de la civilización ha dependido durante siglos de esta coordinación y colaboración entre personas.
    En conclusión, la metáfora que utiliza el autor del blog es una forma muy clara y gráfica de entender dos sistemas complejos y fascinantes: el cerebro humano y la empresa.

    Silvia Calleja Reply

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