En Inflación, ¿cómo reacciona tu Cerebro?

En Inflación, ¿cómo reacciona tu Cerebro?

¿Cuáles son las razones que subyacen en los comportamientos de las personas y cómo reacciona tu cerebro frente a la inflación?

Vimos como las estanterías de los supermercados se vaciaban frente al problema del coronavirus. Ahora, pasada la percepción de peligro, otras circunstancias provocan situaciones similares. Nos referimos en este caso a la alta inflación que está afectando a todo el mundo, independientemente de las situaciones particulares de cada país.

En este artículo no trataremos las causas económicas de la inflación, que no es nuestro campo, sino las razones profundas que subyacen en los comportamientos de las personas y cómo reacciona tu cerebro frente a la inflación y otras situaciones de estrés, provocando la necesidad de acaparamiento.

Evolución y acaparamiento

Acaparar es un comportamiento adaptativo totalmente normal que surge cuando la provisión de bienes se vuelve irregular. Todos acaparan, incluso durante buenos tiempos, sin siquiera pensarlo. A las personas les gusta tener latas en la despensa, dinero ahorrado y chocolates escondidos para los niños. Todo esto es acaparamiento.

En muchas especies de animales ocurre lo mismo. Pero estas similitudes entre el comportamiento de los humanos y el de estos animales no son solo analogías. Reflejan una capacidad profundamente arraigada del cerebro que nos motiva a obtener y guardar bienes que puede que no estén presentes siempre.

La necesidad de nuestro cerebro de almacenar en una pandemia, en inflación o como las ardillas esconden nueces en otoño, son todos comportamientos motivados no solo por la lógica o el cálculo sino, más bien, por un profundo impulso para sobrevivir y sentirse más seguro.

Simplemente nos comportamos como la evolución nos ha programado.

Cómo el cerebro se pone en modo «acaparar«

Según Stephanie PrestonUniversity of Michigan , con su equipo han encontrado que es el estrés lo que lleva a nuestro cerebro a ponerse en modo “acaparar”, como en la pandemia, la alta inflación u otras situaciones de incertidumbre. Por ejemplo, una rata canguro acaparará menos si es alimentada regularmente. Pero si su peso comienza a bajar, su cerebro crea hormonas de estrés que la incitan a esconder semillas en toda la jaula.

Dice Preston: «Las personas hacen lo mismo. Si en nuestros estudios de laboratorio los hacemos sentir ansiosos, nuestros sujetos de estudio querrán llevarse más cosas a su casa.

Básicamente, en las personas se activan en su cerebro las mismas áreas que se activan en las ratas, cuando éstas almacenan la comida de laboratorio en lugar seguro. Se trata de la corteza orbito-frontal y el núcleo accumbens, regiones que generalmente ayudan a organizar logros y motivaciones para satisfacer deseos y necesidades.

Corteza orbitofrontal - Wikipedia, la enciclopedia libre
Corteza orbito-frontal
Núcleo accumbens, un centro de aprendizaje, motivación y placer
Núcleo accumbens

Por lo tanto, cuando las noticias provocan temor de que las tiendas se queden sin alimentos, o que las personas estarán atrapadas en un lugar por semanas, el cerebro se programa para acaparar. Esto nos hace sentir más seguros, menos estresados y efectivamente nos protege en una emergencia.

Por el bien del grupo

Así como ante situaciones de estrés nos preocupamos por acaparar para nuestra propia supervivencia y seguridad, a la vez criticamos a quienes lo hacen de «forma desmedida».

La vergüenza, e incluso el castigo, es otro mecanismo natural que tiende a conservar la especie. Sería una preocupación legítima, en cuanto la gente que se lleva «un poco más», está provocando posiblemente escasez para los demás.

Al avergonzar a otros en las redes sociales, por ejemplo, estaríamos ejerciendo alguna influencia para que ciertos comportamientos no afecten la cooperación del grupo, en búsqueda del bien comun.

Además, hay que tener en cuenta es que las noticias eligen selectivamente las historias de acaparamiento, presentándoles a sus audiencias los casos más impactantes.

Este mecanismo funciona. ¿Quién no se mediría o se detendría ante la mirada sancionadora de los demás, al estar cargando su carro de compra con una gran cantidad de latas de conservas, ?

En conclusión

Las personas continuaremos acaparando en la medida que estemos preocupadas por el futuro, porque así funciona nuestro cerebro. Ayer por la pandemia, hoy por la inflación y mañana…

También continuaremos juzgando a quienes se lleven más de los que podemos consideran justo. Ambas son actitudes normales y adaptativas, que han evolucionado para balancearse entre sí, en el largo plazo.

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