Redes Sociales y la Adicción, ¿qué pasa en tu Cerebro?

Redes Sociales y la Adicción, ¿qué pasa en tu Cerebro?

 

¿Tienes adicción a las redes sociales?

Nuevas investigaciones sugieren que el intercambio de información sobre nosotros mismos dispara los centros de placer de nuestro cerebro. Esto puede arrojar luz sobre las raíces de la adicción a las redes sociales.

 

Investigación sobre adicción a las redes sociales

La Universidad de Harvard realizó una serie de experimentos para probar la hipótesis de que las personas obtienen un valor intrínseco al comunicar información sobre sí mismos a otras personas.

Los estudios se realizaron con tecnología de neuroimágenes, que permite en cierta forma «leer» el cerebro cuando se encuentra en acción.

Dice el informe de los resultados: «La autorrevelación (hablar de sí mismo) estuvo fuertemente asociada con una mayor activación en las regiones cerebrales que forman el sistema de dopamina mesolímbico, incluido el núcleo accumbens y el área tegmental ventral» (este sistema compone el «circuito de recompensa» o de placer del cerebro).

 

Como funciona el «sistema de recompensa»

El término sistema de recompensa se refiere a un grupo de estructuras que se activan mediante estímulos de recompensa o refuerzo (por ejemplo, drogas adictivas). Cuando se expone a un estímulo gratificante, el cerebro responde aumentando la liberación del neurotransmisor dopamina que actúa sobre las vías asociadas con el sistema de recompensa.

Se cree que la vía dopaminérgica mesolímbica juega un papel principal en el sistema de recompensa. Conecta el área tegmental ventral (VTA), una de las principales áreas productoras de dopamina en el cerebro, con el núcleo accumbens, un área que se encuentra en el cuerpo estriado ventral y está fuertemente asociada con la motivación y la recompensa. Otra importante vía de la dopamina, la vía mesocortical, viaja desde el VTA hasta la corteza cerebral y también se considera parte del sistema de recompensa.

Por lo tanto, generalmente se considera que el sistema de recompensa está compuesto por las vías principales de dopamina del cerebro (especialmente la vía mesolímbica) y estructuras como el VTA y el núcleo accumbens, que están conectadas por estas vías de dopamina.

 

Hablemos de mí

Estudios previos han encontrado que entre el 30 y el 40 por ciento de las conversaciones diarias comunican información a otras personas sobre nuestras propias experiencias. Otras investigaciones encontraron que un porcentaje aún mayor de lo que publicamos en las redes sociales (hasta 80 por ciento!) se trata de nosotros mismos. Los investigadores de Harvard se propusieron ver si eso se debe a que obtenemos recompensas emocionales o psíquicas por hacerlo.

En sus experimentos, los investigadores conectaron máquinas de resonancia magnética (MRI) para escanear el cerebro de las personas mientras se les daba la opción de hablar sobre sí mismos y escuchar a otras personas para juzgar sus pensamientos.

Esencialmente, descubrieron que las personas prefieren compartir información sobre sí mismos, tanto que estaban dispuestos a renunciar a dinero para hacerlo.

También descubrieron que el acto de autorrevelación (hablar de sí mismo) ilumina las áreas del cerebro que también se activan mediante actividades placenteras conocidas como comer y el sexo.

Cuando las personas escuchaban o juzgaban a otras personas, sus cerebros no se iluminaban de la misma manera. Curiosamente, los investigadores también descubrieron que la activación de los centros de placer era aún mayor cuando se les decía a las personas que tenían una audiencia.

Muchos investigadores han teorizado anteriormente sobre la adicción a las redes sociales y la liberación de dopamina, la misma sustancia química liberada en los cerebros de los alcohólicos cuando beben y los adictos a la nicotina cuando fuman.

Pero este es uno de los primeros estudios en investigar los efectos de la autorrevelación en la química cerebral, especialmente cuando uno tiene una audiencia para compartir.

 

Instintos sociales

En su conclusión, los autores dicen que este impulso de transmitir nuestra vida a otros puede brindarnos diversas ventajas de adaptación y mejorar nuestro desempeño en «comportamientos que subyacen a la sociabilidad extrema de nuestra especie».

Por ejemplo, usar las redes sociales podría recompensarnos haciendo algo simple como ayudar a forjar «vínculos sociales y alianzas sociales entre personas u obtener retroalimentación de otros para lograr el autoconocimiento».

En conclusión, según este estudio, el placer que obtenemos por compartir cosas de nuestras vidas puede ayudar a explicar el fenómeno de la adicción a las redes sociales. Definiendo la adicción cuando se pasa tanto tiempo en ellas que interfiere con el resto de nuestras actividades.

 

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